Las labores de mantenimiento de puertas seccionales requieren la misma atención que las de cualquier otro tipo de puerta, aunque hay algunas cosas que debemos tener en cuenta si queremos que nuestra puerta dure el máximo tiempo posible.

Dentro del mantenimiento es necesario atender a la limpieza, sobre todo en zonas de mar o en épocas en las que es más fácil que se adhiera barro y otros elementos a los paneles.

No limpiar la puerta de vez en cuando con los productos adecuados puede resultar en que se generen depósitos de sedimentos corrosivos que acaben por afectar a la estructura de los paneles, lo que produciría daños que obligarían a tener que cambiarlos.

Un poco de agua con jabón y un cepillo suave es en mucha ocasiones lo único que nos hace falta para quitarnos de encima esos problemas.

Además, nos permitirá revisar a conciencia el estado de toda la puerta y atender las necesidades de mantenimiento más profundas que pueda tener, como puede ser el caso de detectar algún rodillo que necesite ser cambiado o que alguna parte de los engranajes requieran un poco de lubricante para que la puerta funcione correctamente.

En el caso de las puertas que tienen un mecanismo eléctrico, es conveniente de vez en cuando que un profesional realice una revisión para asegurarse de que todo funciona como es debido.

El dinero que invirtamos en hacer un buen mantenimiento de nuestra puerta resultará a la larga sumamente interesante, pues nos daremos cuenta de que habremos ahorrado mucho dinero al evitar que se produzcan averías derivadas de una mantenimiento inadecuado o incluso inexistente, que en un principio puede parecer una forma de ahorrar pero en realidad es un modo de acabar por gastar más dinero en reparaciones.