De entre todas las puertas de garaje que podemos encontrar en el mercado, la opción más utilizada siempre que se cuente con el espacio necesario para montarlas son las puertas de garaje correderas, pues es el tipo de puerta que requiere un menor coste tanto en la fabricación como en el montaje, además de permitirnos hacer un mantenimiento exhaustivo debido a que todos los elementos se encuentran a la vista o accesibles de forma fácil.

Para instalar las puertas correderas debemos contar con un espacio que sea lo suficientemente amplio como para que al abrir la puerta no golpee en ningún lado ni impida que la apertura se realice del modo correcto.

Puertas de garaje correderas seccionales

Paneles puertas correderas seccionales para el garaje

No obstante, se han desarrollado puertas correderas que están fabricadas con paneles, lo que facilita que la puerta tenga unas características que la hacen más flexible, de modo que se puede enrollar como una persiana lateral, de manera que el espacio que requiere es menor, así como más fácil de encontrarle un hueco al carril sin que este tenga que ir en línea recta.

Existen modelos de puertas correderas que se recogen pegadas a una de las paredes del interior del garaje, lo que se convierte en una ventaja a la hora de decidirse por estas puertas incluso en huecos de garaje que en un principio parecen no ser los idóneos para instalar estas puertas.

Como norma general, las puertas correderas se utilizan para asegurar los accesos a viviendas unifamiliares que cuentan con una entrada al garaje en la zona exterior de la vivienda, bien sea para acceder después al garaje cubierto o tenerlo aparcado a la intemperie pero dentro del perímetro de la vivienda, normalmente en una zona adjunta al jardín, desde la que se puede tener el coche vigilado simplemente con mirar a través de la ventana.