Algunas veces tenemos la sensación de que todo es sencillo de hacer y de montar, sobre todo cuando vemos a gente con presteza y experiencia en algunos trabajos.
Pero algunas ocasiones cometemos el error de infravalorar la experiencia, y eso ocurre con la instalación de puertas seccionales, que parece sencilla pero en realidad tiene un trabajo y unos requisitos que la hace no apta para aficionados al bricolaje.
Una puerta seccional necesita una instalación que garantice que el mecanismo funcione correctamente, con unas guías bien alineadas que faciliten el paso de las láminas de la puerta sin las interrupciones producidas por una colocación inadecuada de los tramos de las guías.
Además, el mecanismo de una puerta de este tipo, si bien parece sencillo, resulta bastante complejo debido al sistema de poleas que se necesita para que la puerta se sujete convenientemente y no haya accidentes ni averías.
Además de los trabajos, transportar una puerta por pequeña que sea es una labor bastante ardua, pues hace falta un medio de transporte adecuado que garantice que todas las piezas llegarán en buen estado. Y una vez que han llegado es necesario conocer el lugar de cada una de las piezas, algo que solamente los profesionales conocen a la perfección.
Mi consejo es que confíes en un instalador profesional, pues realizará los trabajos con garantía y estarás más tranquilo cuando veas tu puerta en movimiento. Solo así podremos disfrutar de una entrada con seguridad, que además nos protegerá de indeseables que se valen de cualquier defecto para reventar las puertas de los garajes.
Es cierto que montar uno mismo las cosas nos da un sentido de logro que poco se puede comprara, pero también es verdad que hay cosas con las que no conviene jugar nunca.