Sin lugar a dudas, la parte más importante de una puerta de cristal es la hoja de la puerta, es decir, lo que llamamos vulgarmente el cristal de la puerta. Las hojas para puertas de cristal pueden ser de muy diversas características dependiendo de las necesidades del edificio en el que se van a instalar, así como de otros factores que indicarán qué tipo de hoja es la más adecuada para cada una.
Si bien estamos hablando de hojas de cristal de forma general, la realidad es que ni todos los cristales son iguales ni todo lo que contiene la hoja de una de estas puertas es siempre cristal, puesto que con el fin de reforzar la estructura de una hoja, algunas veces se unen varias hojas mediante algún tipo de producto específico o hasta se mezcla en vidrio con componentes adicionales que producen un efecto en el cristal, tanto en su color y la capacidad para dejar pasar la luz como para hacer las hojas más resistentes a impactos y cambios bruscos de temperatura.
La fabricación del cristal es a día de hoy muy diferente de la que se llevaba a cabo hace algunos años, y es posible crear largas láminas de vidrio templado con las características que se necesiten para darle a la puerta de cristal no solo la dureza que se busca sino también el aspecto que se necesita, por lo que podemos encontrarnos en el mercado con hojas para puertas de cristal con un determinado color o incluso algún tipo de diseño personalizado, según los gustos y las necesidades de los edificios en los que se van a instalar posteriormente las puertas de cristal. Hay modelos que incluso son capaces de filtrar los rayos ultravioletas y sin embargo tener una transparencia perfecta.