En el mercado nos encontramos con una gran cantidad de puertas para dar una determinada presencia a un edificio o a una entrada, pero las más elegantes sin duda son las puertas de cristal, y las que se abren de manera automática le confieren a cualquier lugar un punto extra de tecnología que deja en la retina una sensación muy agradable.

Por esta razón, en los edificios en los que se instalan estas puertas se le presta mucha atención a la electrónica de puertas de cristal, pues no hay nada que haga quedar pero a un edificio de cualquier tipo que el hecho de que cuando uno se va a acercar a una puerta esta no se abra de forma automática.

Existen una gran colección de elementos electrónicos que controlan y dirigen la apertura y el cierre de una puerta, de modo que en las tareas de mantenimiento y limpieza, el personal requiere de unos conocimientos medios acerca de estos componentes para atender de manera conveniente las necesidades que tienen estas, así como saber en todo momento cuál puede ser el problema que afecta a la apertura de una puerta en caso de avería.

Si bien los componentes electrónicos se pueden encontrar en otro tipo de puertas, los que se destinan a las puertas de cristal suelen ser más específicos, debido sobre todo a las condiciones especiales de este tipo de puertas, tanto en el apartado de su apariencia como en la necesidad de que los mecanismos estén en lugares en los que no solo no se vean sino que no haya nada que pueda deteriorar el cristal con el que están hechas las hojas de las puertas, aunque cada vez se trabaja con elementos más discretos y efectivos, incluso más simplificados y versátiles para ocupar menor espacio.