El sistema de puertas de cristal antipanico es un tipo de puerta a las que se le instala un tirador de seguridad que evita que en el caso de que alguien empuje no impida que la puerta se bloquee. De hecho, las barras a prueba de pánico están pensadas para que en el caso de que se empuje como resultado de un incidente que produzca una desbandada nadie sufra daños al ser empujado contra la puerta. El impulso abre de manera automática la puerta y facilita que todo el mundo pueda salir si es necesario.

Esto es en el caso de las puertas basculantes, las cuales cuentan con un eje sobre el que basculan para abrirse y cerrarse. Existe otro tipo de puerta antipánico, que combina la funcionalidad de una puerta corredera que puede bascular en el caso de que se produzca una necesidad especial que obligue a realizar una evacuación masiva. El motor se desactiva y desbloquea las puertas, las cuales cuentan con un pequeño punto de sujeción que permite que las puertas basculen con seguridad.

Estas puertas también se suele fabricar en un vidrio especial a prueba de golpes que combina las características de todo lo que se espera de una puerta de seguridad, una puerta corredera automática y una puerta basculante en el caso de ser necesario.

El efecto pánico puede resultar muy peligrosos, por lo que este tipo de puertas es obligatorio en locales de pública concurrencia y en todo tipo de sitios en los que la afluencia de gente es importante como edificios de oficinas en los que no se llega a la densidad de gente suficiente para considerarse como local de concurrencia masiva pero puede resultar en peligro si se produce un aviso de emergencia que obligue a realizar una evacuación.